Para empezar, batimos las yemas de huevo con el azúcar glass en un bol hasta que se forme una mezcla espumosa. A continuación, añadimos el mascarpone y seguimos batiendo hasta que quede completamente integrado.
En otro bol mezclamos el café y la licor de marsala, el cual le da un toque muy característico al tiramisú. Remojamos los bizcochos en la mezcla de café y licor hasta que estén bien empapados, pero no demasiado para que no se deshagan.
Colocamos una capa de bizcochos en el fondo de un molde y añadimos una capa de la mezcla de mascarpone, repetimos el proceso hasta cubrir todo el molde, dejando la última capa de mascarpone. Espolvoreamos el cacao en polvo por encima y metemos el molde en la nevera durante al menos 4 horas para que el tiramisú tome consistencia y los sabores se integren.
El tiramisú es un postre muy versátil, existen muchas variantes del plato original, aquí te dejamos algunas ideas para que puedas innovar en la cocina:
En lugar de utilizar bizcochos de soletilla, usa bizcochos de vainilla y añade fresas frescas cortadas en cuartos entre las capas de mascarpone.
En lugar del cacao en polvo, utiliza chocolate en polvo sin azúcar o rallado para darle un toque más chocolatoso al postre.
Añade ralladura de limón y un poco de limoncello a la mezcla de mascarpone para darle un sabor refrescante y cítrico.
El tiramisú es un postre delicioso, versátil y muy fácil de hacer, se ha convertido en un clásico de la cocina italiana. Con esta receta podrás hacer un tiramisú auténtico y delicioso, como si estuvieras en Venecia, además de algunas variantes que seguro te encantarán.